
Antes que nada, ¡saludable y maravilloso 2025! Espero que este año nuevo sea uno lleno de salud, amor y momentos inolvidables para ti y los tuyos. Estoy emocionada de dar inicio a este año con este primer escrito, inspirado en un tema que, a muchos, nos ha hecho reflexionar profundamente desde que comenzó enero. Y es que arrancamos el año con el lanzamiento del nuevo álbum de Bad Bunny, “Debí tirar más fotos”. O sea, imagínate mi felicidad cuando leí ese título y pensé en la gran influencia que tendría en todos los que lo escuchan. Aunque todo el album es una llamada a la nostalgia y una oda a Puerto Rico, « DtMF » es un tema que invita a mirar nuestra vida y nuestros recuerdos desde otra perspectiva, una invitación a reflexionar sobre la importancia de guardar momentos juntos a los nuestros, junto a los que tanto amamos.
Como Doula de duelo y fin de vida, y que utiliza la fotografía como herramienta terapéutica he visto de cerca cómo las personas lamentan los momentos que no se capturaron. Esas fotos inexistentes se convierten en un vacío y aunque no hay manera de retroceder el tiempo, sí podemos aprender de esa sensación para empezar a valorar lo que tenemos ahora.
Las fotos tienen un poder increíble. Son mucho más que un pedazo de papel o un archivo en el celular. Una foto puede transportarte, de inmediato, a un momento vivido, hacerte sentir el calor de un abrazo o traerte el recuerdo del sonido de la carcajada de un ser amado. Puede ser el consuelo que necesitas cuando extrañas a alguien, o la forma de mantener viva su memoria. Muchas veces las familias a las que brindo apoyo me cuentan que lo que más desean mientras trabajan su duelo es poder volver a ver algo tan simple como la sonrisa de un ser querido o el brillo en sus ojos.
Cuando hablamos de tomar fotos hay un error que todos cometemos y es pensar que solo los momentos grandes como las bodas, los baby showers, los bautizos, los cumples o las graduaciones, son los que merecen ser fotografiados. Pero la verdad es que las cosas que más extrañamos de nuestros familiares son los momentos cotidianos como cuando papi preparaba el cafecito, la forma en que abuela preparaba limbers o cómo una tía se reía con los ojos cerrados a carcajadas cuando alguien contaba un chiste mongo. Esos momentos son los que realmente nos estrujan el corazón cuando ya no los tenemos.
Sé que no siempre pensamos en esto. A veces estamos tan ocupados que no nos pasa por la mente tomar una foto de algo cotidiano en casa. Esto me pasa hasta a mí, que trabajo con la fotografía. Pero la buena noticia es que tomar fotos no tiene que ser complicado. Puedes empezar poco a poco, no tienes que preocuparte por que todo sea perfecto. Lo importante no es que la foto sea « instagramable » como dicen por ahí, sino que sea real, que capture algo auténtico, algo que te haga sonreír cuando lo veas en el futuro.

Cuando empiezas a ver la fotografía como una forma de guardar recuerdos y no solo como una actividad más, cambias la manera en que miras tu vida. Esas fotos no son solo para ti, también son un regalo para las generaciones que vienen. Imagina lo hermoso que sería que tus hijos o nietos puedan ver cómo era tu vida, cómo compartías con tus padres, o cómo eran los días en que vivias en el hogar que compartieron juntos antes de que te independizaras.
No importa si hasta ahora no has tomado muchas fotos. Hoy es un buen día para empezar. Puedes hacerlo con tu celular o una cámara, no importa la herramienta. Lo que importa es que te atrevas a capturar esos momentos, grandes y/o pequeños, que hacen que tu vida sea única.
Si nunca has tomado fotos antes con la idea de documentar tu cotidianidad, un buen ejercicio es que te tomes un momento para observar tu alrededor en tu propio hogar. Deja fluir tus emociones y capturar lo que te hace sentir amor, alegría y gratitud. Y, por favor, no te olvides de incluirte en las fotos. A menudo, quienes toman las fotos son los que menos aparecen en ellas y es sumamente importante que tú formes parte de esos recuerdos.
Así que, no esperes a sentir ese “debí haber tirado más fotos” para darte cuenta de lo valioso que es guardar estos momentos. Cada foto que tomas hoy puede ser una memoria preciosa mañana y una parte importante de tu patrimonio fotográfico familiar.
Termino este primer escrito del 2025 invitándote a empezar a tirar fotos, más fotos o a seguir haciéndolo. Recuerda, no tienen que ser perfectas, no tienes que hacerlo todos los días pero hazlo. Al final, las fotos no son solo imágenes, son el testimonio de amor, de vida, de memoria y de la huella de nuestro paso en esta tierra.
Un abrazo,
Milaysha